jueves, 21 de julio de 2011

Quien tiene la culpa?

Siempre que se estudia el comportamiento humano, la división de opiniones sobre cuál es el origen de cualquier comportamiento negativo se encuentra entre causas naturales (o biogenéticas) y causas sociales (o culturales). También está la versión holística, la que alega que “el todo es más que el conjunto de sus partes” pero por ahí no iremos de momento.

Según Derek Wood, Director de Contenido Clínico de Get Mental Help, Inc (Washington, USA), las personas mienten principalmente debido al miedo. Buscan evitar un castigo porque sospechan que han hecho algo malo, y esto se puede convertir en un problema psicológico cuando el miedo es irracional y la mentira se convierte en algo compulsivo. Esto puede definirse como Trastorno de Personalidad Antisocial. En estos casos, según Wood, las personas mienten para obtener lo que desean, normalmente dinero, sexo o poder.

El problema de este escenario es que puede ser extrapolable a la mayoría de personas, lo que nos indicaría que vivimos en un mundo lleno de trastornados psíquicos. Como hemos visto antes, si la gente percibe que los políticos, abogados, periodistas, comerciantes, religiosos, ladrones, adúlteros, y otros más que caben en esta lista son mentirosos compulsivos, muy pocos nos salvamos.

Y por el lado biogenético, algunos alegarían que las personas estamos irremediablemente programadas para reaccionar de maneras predecibles debido a las instrucciones que recibimos de nuestro código genético, lo que hace que algunos sean más competitivos, más temerosos, más compulsivos. O más mentirosos.

Otra manera de verlo es como un fenómeno que combina causas socioculturales y biogenéticas, en el que el problema es atribuible tanto a los mecanismos socialmente viables como a la predisposición biológica. Tiene que ver con la permisividad social y el potencial de autocontrol que somos capaces de ejercer sobre nuestras propias acciones. En gran medida, y salvo situaciones de trastorno psicológico extremo, nosotros somos los responsables.